Recientemente el CESICAT ha publicado el Informe de tendencias de ciberseguridad del año pasado donde se detallan cuáles han sido las principales situaciones de riesgo en el contexto de las criptomenedas, robo de datos personales, dispositivos móviles, yates y enrutadores, ransomware , sector financiero, sanitario y en el campo del diseño.
La minería ilícita o cryptojacking es un ataque en el que se hace un uso no autorizado de la capacidad de cálculo computacional del dispositivo de la víctima para minar criptomonedas y obtener, como beneficio económico, la recompensa correspondiente. Es una práctica de difícil detección porque tiene lugar en segundo plano, aunque el usuario puede experimentar ralentización en la actividad de su dispositivo.
Los fraudes y robos de criptomonedas también han sido una actividad delictiva en auge. Según un informe de EY, un 10% del capital recaudado en la salida de nuevas criptomonedas el mercado termina siendo objeto de estafa o robo. En general, estos robos y estafas se llevan a cabo durante el proceso de intercambio o compra de criptomonedas que suele tener lugar a las plataformas de cambio.
Indicios fuerza sólidos apuntan a que la ciberdelincuencia ha puesto también el ojo en los dispositivos móviles ya que el malware integrado en apps de Android creció un 25% en 2018 y los troyanos bancarios un 300%. Los ciberdelincuentes son conocedores de que la antigüedad del software de muchos dispositivos y el cese de las actualizaciones de seguridad comportan un aumento de las vulnerabilidades. De esta amenaza en derivará una rápida concienciación de los usuarios que, cada vez más, exigirán ciberseguridad en los dispositivos.
Puede consultar el informe en este enlace
Fuente: Cesicat
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