Cada semana leemos en la prensa artículos sobre ataques de ciberseguridad a todo tipo de empresas y sectores y no queda lejos el recuerdo del Wannacry. Leemos en El Economista «El ataque informático mundial afecta Hasta a 600 empresas españolas» o en El País «El ataque de ‘ransomware’ se extiende a escala global«. Según datos de Panda Security, un 43% de los ataques registrados a nivel global son a pequeñas y medianas empresas que suelen estar menos preparadas para hacerles frente y que por ello son percibidas como un blanco fácil. Cabe destacar sin embargo, que un ataque cibernético no sólo pone en peligro los datos de los clientes o la privacidad sino que también tiene consecuencias para la empresa que lo sufre:
– Costes y posibles penalizaciones
El próximo mes de mayo entrará en vigor el nuevo reglamento general de protección de datos que contempla multas de hasta un 4% del volumen de negocio anual para las empresas que no cumplan con la ley de protección de datos. Es por eso que hay que tener en cuenta las posibles penalizaciones y trabajar y prevenir un posible ataque informático. Los datos deben almacenarse de manera segura y adecuada.
– Problemas comerciales y de tiempo
El robo de datos o información de empresas acaba provocando una pérdida de tiempo para la restauración y / o solución del problema. Según la ICAEW, las pequeñas y medianas empresas interrumpen entre 7 y 10 días sus operaciones como consecuencia de un ciberataque. Las repercusiones son pues, importantes a nivel comercial y a nivel estratégico ya que si no se prevé puede afectar a todos los niveles de la empresa.
– Reputación
Un estudio de KPMG revela que el 89% de las empresas que han sufrido un ataque reconocen que su reputación se ha visto afectada. De estos un 30% sufrieron pérdida de clientes y un 29% sufrieron pérdida de capacidad para generar negocio. Estos son datos muy relevantes para considerar que la reputación puede verse afectada en el caso de un ciberataque y desarrollar una percepción negativa de la empresa y una sensación de rechazo ya que el ataque no sólo tiene efectos en la empresa que la ha sufrido sino que puede afectar a los clientes en caso de robo de datos.
Por tanto, se recomienda a todas las empresas pero sobre todo a las pymes que son un blanco fácil para este tipo de crímenes, realizar tareas de prevención en ciberseguridad y almacenar los datos sensibles de forma cuidadosa y segura.
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